He encontrado otro interesante artículo, a ver qué os parece. También os dejo el link.
«Piedras preciosas: diamante, esmeralda, rubí y zafiro
Estas piedras preciosas son las más populares del mercado y las favoritas de las grandes joyerías. Las piezas más extraordinarias las podemos encontrar en las joyas excepcionales que solemos ver en las alfombras rojas o en las colecciones de algunos museos.
El diamante – símbolo del amor eterno – es la joya para las grandes ocasiones. Todo lo que necesitas saber antes de hacer tu elección está en nuestra guía Diamante
Si prefieres un piedra de color, te conviene saber que hay tres tipos de piedras que se destacan por encima de las demás: las esmeraldas, los rubíes y los zafiros.

Los rubíes y los zafiros son piedras con características similares. Una talla adecuada desvelará todo el esplendor y la extraordinaria resistencia de estas piedras. Sólo se distinguen por el color: el rubí es rojo y el zafiro es azul, aunque podemos encontrarlo en otros colores que van del violeta al verde, pasando por el rarísimo rosa anaranjado. En cuanto a las esmeraldas, el color predominante es el verde. Una vez más la transparencia de la piedra se aprecia mejor cuanto más cuidado es el corte.
Si bien cada piedra tiene su propio simbolismo (el rubí, la victoria y la pasión; el zafiro, la paz; y la esmeralda, la eterna juventud), la elección de un piedra es, ante todo, una cuestión de gusto. Para estar seguros de hacer una buena elección a tu gusto o al de él/ella, haz una pequeña búsqueda para elegir la piedra que más se aproxime a lo que deseas.
Existen otros tipos de talla: son las llamadas « tallas fantasía ». Las más comunes son las siguientes: pera, princesa, corazón, marquesa, oval, esmeralda, baguette, trapecio, cuadrado, brillante.
Otro de los elementos determinantes es el peso en quilates de la piedra.
Hay que tener en cuenta que el peso de un diamante no aumenta proporcionalmente a su peso.
El precio de un diamante evoluciona excepcionalmente con su peso y está establecido umbral. De este modo, puede haber una gran diferencia de precio entre un diamante de 0,89 quilates y un diamante de 0,9 quilates, puesto que estos dos valores se encuentran en dos umbrales diferentes.
Además, como las grandes piedras son raras, su precio no es proporcional a su peso: un diamante de 1,5 quilates es tres veces más pesado que un diamante de 0,5 quilates, pero su precio puede ser entre cinco y siete veces superior al de uno de 0,5 quilates.
Las piedras finas: una amplia gama de materiales y colores
Las piedras finas (del francés «pierres fines) -antiguamente conocidas como «piedras semi-preciosas»- es el nombre que se le da a un gran número de gemas que no pertenecen a la categoría de piedras preciosas. Topacio, amatista, citrino, granate, aguamarina, turquesa, la oferta es variada y rica en colores. Una vez más, una búsqueda previa te ayudará a tomar la decisión correcta.
Las piedras finas, al encontrarse en grandes cantidades en la naturaleza, son más asequibles y se adaptan a todo tipo de presupuestos. Por lo general, son las piedras que adornan las joyas de uso más cotidiano. Niños, adolescentes y adultos… Gracias al amplio abanico de formas y colores, cada uno podrá encontrar la que más le conviene.
La simbología también puede ayudarte a decidir: aquí tienes una ayuda.

Las 4 C
Ya ha hecho tu elección: sabes cuál es la piedra preciosa o fina que quieres regalar o regalarte. ¡Sólo falta encontrar la adecuada! Para ello, vamos a ayudarte gracias a los cuatro criterios de evaluación de una gema: los comúnmente llamados «los 4C» que servirán a presentar los detalles más importantes de la piedra. ¡Todo es cuestión de color (colour), talla (cut), pureza (clarity) y peso (carat)!
1. El color (Colour)
El matiz, la tonalidad y la saturación: estos son los tres elementos que definen el color de un piedra. El matiz corresponde al color dominante, la tonalidad a su claridad (de más claro a más oscuro) y la saturación a la intensidad del color. Una piedra que tenga un color intenso y brillante tendrá más valor que una pálida y apagada. El índice de refracción es el índice que permite estimar el brillo de la piedra. Cuanto más brillante es la piedra, más elevado es el índice.
2. La talla (Cut)
Como sucede con los diamantes, las piedras preciosas también tienen tallas específicas. La talla define la forma de la piedra. La talla de la piedra tiene como fin hacerla brillar y darle un máximo de resplandor.

3. La pureza (Clarity)
La pureza es lo que hace la rareza de la piedra: es un índice de transparencia que depende de los defectos de la superficie y de las inclusiones internas. Una piedra preciosa que presente defectos es más barata.
4. El peso (Carat)
El peso es otro de los parámetros que permite juzgar la calidad de la piedra. El peso se mide en quilates. Un quilate equivale a 0,20 gramos. Por lo tanto, una piedra de 5 quilates pesa un gramo.

Las perlas: piedras por derecho propio
Collares, pendientes, anillos, pulseras… Las perlas se acomodan a todo tipo de monturas y soportes. Además pueden ser adornados con piedras preciosas para un refinamiento extremo: el diamante el compañero ideal.
Las perlas forman parte de las piedras orgánicas más comunes. En otro tiempo eran exclusivamente un fruto de la naturaleza, pero hoy en día son masivamente producidas por el hombre. Las ostras, productoras del nácar, son criadas con el máximo cuidado y el medio y la calidad el agua tienen un impacto directo en la calidad de la perla resultante.
Hay cuatro tipos de perlas: las perlas de agua dulce, las perlas de Akoya, las perlas de Tahiti y las perlas de Australia.

Las perlas de Tahiti destacan entre todas las demás. Comúnmente conocidas como perlas negras, se pueden encontrar de varios colores; del rosa al negro más intenso, pasando por un gris con reflejos verdes o azules.
Las otras variedades de perlas (de agua dulce, Akoya y de Australia) tienen un color más claro: blanco, crema e incluso rosado, amarillo o plateado.
Además de por su color, la perla se define por su forma y brillo. A diferencia de otras gemas, las perlas no pueden ser talladas, por lo que se utiliza en su forma original en las creaciones. Por lo tanto, una perla perfectamente redonda y brillante es de gran valor. También existen otros formatos de perla que son igualmente apreciados en el mercado: oval, barroca o con forma de gota…
¡Todo es cuestión de gusto! En lo que al lustre se refiere, éste depende de la cantidad de nácar que rodea el grano de arena en el origen de la perla. Cuanto más grande es la perla, más nácar contiene.
Las perlas son ideales para todo tipo de edades. Conviene elegir los modelos pequeños para las más jóvenes. Las joyas más trabajadas harán las delicias de las mujeres: el collar de perlas sigue siendo un accesorio de los más presentes en cualquier joyero que se precie. El precio varía en función de la variedad… ¡Suficiente para encontrar una perla al gusto de cada cual y al alcance de todos los bolsillos!»