
Muchas veces queremos unir dos piezas de metales en frío, sin utilizar soldadura, incluso a veces para que queden móviles. Bueno, pues la forma más fácil es el remachado.
Para hacer un remache lo primero que hay que hacer es taladrar un orificio de 1 mm a través de las dos piezas. Después hay que separarlas y limar o lijar las rebabas de los dos agujeros.
Una vez lo tengamos tenemos que hacer un hilo de 1 mm, que quede lo más justo posible, sin juego ni bamboleo. A continuación hay que cortar el hilo a 1 mm más de los materiales que hay que unir. Después hay que introducir el hilo de forma que sobresalga 0,5 mm de cada extremo. Se apoya en un tas o placa de acero y después se martillea por el otro lado suavemente. Hay que asegurarse que el pasador queda bien centrado y que el martillo se sitúa en la posición correcta. Hay que darle la vuelta y hacer lo mismo por el otro lado. Si es necesario hay que apretar todo el remache para redondear.
Espero que os sirva y que os haya gustado. Si tenéis dudas podéis dejar vuestro comentario.
Esta serie de consejos es que continúe la columna de Alan Revere en MJSA Diario , y se recogerán en un libro. Ilustración de Sean Kane.